domingo, 13 de diciembre de 2009

Café y vampiros: el poder de la imaginación

Buenas tardes de frío domingo:

Hace algunas semanas escribí en el diario "Ideal" de Granada un artículo en el que mencionaba que en estos tiempos de crisis a veces nos queda como recurso más importante la imaginación. Hoy me quiero hacer eco de dos ejemplos claros que podemos ver en las últimas fechas. Ambos casos son reinvención pura, no hay mucha novedad.
Desde hace siglos, el café ha sido un producto muy consumido. Pero desde hace dos años, Nescafé a través de su marca "Nespresso" ha obtenido una importante cuota de mercado de consumo de café en los hogares. El éxito comercial no tiene mucho secreto, es puro marketing: una buena campaña de publicidad (George Clooney), y un bonito diseño de las capsulitas de colores y de las cafeteras. Yo mismo tengo una de estas cafeteras. Y creédme, el café no está ni la mitad de bueno que el que me tomo todas las mañanas en la cafetería de la esquina de mi casa. Esto ha obligado a un gran número de marcas a sacar sus propias cafeteras con recambios, pero quizá lleguen un poco tarde, o a lo mejor deberían regalar las cafeteras... quizá de esta forma logren recuperar la cuota perdida respecto de los genios de marketing de Nescafé.
Y una de vampiros. Me refiero a la saga "Crepúsculo". Hace algún tiempo que estoy sumamente maravillado por este fenómeno cinematográfico, no por su calidad (para un tío de treinta y tantos como yo es un coñazo de película), sino cómo de un tema tan manido como los vampiros se puede seguir sacando beneficio. Más bien, han roto el mercado. Gran parte del éxito se debe a la primera película de la saga, con una puesta en escena y una producción atractiva para un público adolescente-preuniversitario, que luego ha propiciado el tirón a nivel editorial. Han creado una nueva Industria del Vampiro de la nada. Enhorabuena a Stephenie Meyer, a sus herederos y a sus descendientes.
Saludos desde Granada,
Manuel Rejón

8 comentarios:

Melómano dijo...

Un saludo.
Soy uno de tus alumnos en la EPJ (Obviaré decir cual, pues ya lo deducirás por ti solo).
Sólo escribo para estrenarme en el blog, y opinar dado que aparte de contable y jurista, también soy un cinéfilo empedernido desde la infancia.
Mi comentario dimana de tu mención a esa cosa fílmica llamada Crepúsculo y su secuela.
Sí, no cabe duda que desde un punto de vista empresarial es un éxito (más de 500 millones en apenas unos días, y sin considerar el coste de producción y distribución, es un éxito).
En fin, al tema. Como contable junior, no me parece suficiente (es cuestión de comprobar sus balances, como tú sabes mejor que yo). Pero entrando en aspectos más artísticos (se da la circunstancia de que yo soy un muy arduo cinéfilo, aparte de pintor y escultor), este producto me parece una tremenda basura en cuanto su calidad, no en cuanto su rentabilidad. Desde joven soy muy aficionado al cine artístico y a la pintura y fotografía, aparte del Cine. Pero de igual manera, aparte de ser jurista, tengo varios cursos, masters incluidos, y experiencia profesional, en el ámbito profesional. Y ello sumado a mi valor crítico me permiten definir esta nueva saga fílmica, como una versión a 24 fotogramas por segundo de lo que en su día fueron las Spice Girls. Y admitiendo que tu solvencia es mayor que la mía, dada tu espeliciación, ambos tenemos la misma edad, y ambos hemos "bregado" mucho en este mundo capitalista.
Perroratas aparte, mi comentario sólo es para agradecerte tu muy amena explicación sobre Contabilidad, tu muy buena voluntad, y subrayar que en otras cuestiones, como es el cine, servidor ya tiene solvencia sobrada sobre el tema... y que pese a su indiscutible éxito comercial, Crepúsculo y sus secuelas artísticamente hablando son auténtica basura.
Dicho esto, no dudes que dado tu buen hacer y saber, y si lo tienes a bien, te consultaré mis dudas contables (me ha sorprendido comprobar en tu blog, que ambos tenemos la misma edad...)

Melómano dijo...

Acabo de releer el tocho que publiqué y resulta un desastre.... Es redundante a más no poder, y salto de un tema a otro sin venir a cuenta... No si es que a ciertas horas lo mejor es dormir.
Mis disculpas por el ladrillo.

Y enhorabuena por el blog!

Unknown dijo...

Muy buenas:

Ya te he localizado, te agradezco tus palabras. Yo también coincido contigo, esta película es una auténtica basura, pero que genera dinero, algo bueno debía tener.

Un saludo

Melómano dijo...

Para "pelotazos" de cine, El proyecto de la Bruja de Blair, que hoy en día es la película más rentable de la historia del cine. Con un presupuesto ínfimo hizo una taquilla brutal.
Y por poner un ejemplo más reciente: Distrito 9, que aún teniendo un presupuesto más limitado del que es propio en este tipo de producciones, ha sido otro éxito. Y lo mejor es que a pesar de ese escaso presupuesto, los efectos especiales son muy superiores a los de otras películas mucho más caras (tipo Gijoe, por citar un ejemplo).
Veremos a ver en qué queda la próxima Avatar, de la que se espera rebase con creces los mil millones de dolares de recaudación, y de la que se estima que ha costado (incluyendo publicidad y distribución) unos 500 millones... No estoy yo muy convencido de que alcance las cifras pretendidas con facilidad. Y eso que su director, James Cameron, puede presumir de haber dirigido la película que más ha recaudado en la historia del Cine: Titanic, con más de 1800 millones de dólares. Con decir que sólo 4 películas han rebasado la barrera de los 1000, y la 2ª lo hizo con 1130... Por cierto, Luna Nueva ya ha rebasado los 600 millones, habiendo costado 50 (cifra baja para una secuela de un éxito, dicho sea de paso), desde luego sí que es rentable la jodía... La última de Harry Petas costó la friolera de 250 millones, y es una película de calado similar: película de fantasía con un target muy determinado: niños y adolescentes, sobretodo adolescentes.

Unknown dijo...

De Avatar he oído cosas de todo tipo: unos dicen que es muy buena, otros que no cumple las expectativas; en fin, es bueno que hablen de ti aunque sea mal, y el día que hablen bien es porque estarás muerto

Melómano dijo...

Habla, habla, que algo quedará, dice el refranero popular.
De momento Avatar está sembrando opiniones enfrentadas (yo mismo me mantengo dubitativo frente a su calificación, pues no me ha disgustado, pero tampoco responde al hype que me esperaba).
El caso es que la rentabilidad de la cinta supere los objetivos de la compañía. Confiar en Cameron (artesano donde los haya), y sus 1800 euros era arriesgado (no todos los días se gana el gordo de navidad)... y si no alcanza dichos objetivos no será bueno, máxime porque peligraría una segunda entrega de Avatar (ya comentada por el director), u otros proyectos, como Battle Angel Alita.
En fin, lo de siempre, números y capitalismo vs Arte....

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo contigo, quizá tenga más espectativas puestas en la peli de las que me encuentre.

Lo que si es cierto es que ayer sábado para verla en 3D no quedaban entradas y a duras penas quedaban algunas para verla en digital, en Kinépolis. Así que saqué entrada para el miércoles para verla con las dichosas gafitas. Que por cierto, la última vez que me las puse fue para ver una película de Michael Jackson, cuyo nombre no recuerdo, en Eurodisney. Quiere decir esto que tampoco el 3D no es ni mucho menos algo nuevo.

Pero como la gente "semos" borregos, pues nos la venden to guapa y vamos. A ver que me encuentro. Oye por cierto, escribes bien, ¿Colaboras con alguna revista o blog sobre cine? Un saludo

Melómano dijo...

Gracias, pero no, sólo soy un muy aficionado al cine.
Lo del 3D, efectivamente no es nuevo, pero ha mejorado bastante. Ya no es como con las gafitas con una lente azul y otra roja, se ha sofisticado, no mucho, pero algo. Y en algunas películas bien merece la pena (yo subrayaría Beowulf, de Zemeckis). En Avatar esperaba algo más, el 3D no está tan presente como hubiera deseado, pero eso sí, tal y como recomienda incluso la crítica más decepcionado, esta película hay que verla en dicho formato, que para algo así se concibió. Verla simplemente en digital es un desperdicio, sobretodo porque para cuando pueda ser vista en casa (en DVD, en blu-Ray...), no podrá repetirse dicha experiencia del 3D digital.